La habitación estaba en penumbra. Una lámpara de cerámica blanca proyectaba puntos de luz. Era la única iluminación. La noche era fría y seca. La litrona que descansaba sobre la mesilla estaba casi vacía y la música lo inundaba todo, moviéndose como una nube espesa por toda la casa y consiguiendo llegar a los rincones más perdidos, aquellos en los que nadie se fija.
No había ocurrido nada, aún no.
Ellos se habían ido desplazando lentamente por el sofá. Buscando la posición más correcta, la más cómoda. Sin dejar de hablar, o más bien comentar esos pensamientos que uno se guarda para sí, por miedo a compartirlos y perderlos. Perderlos para siempre. Y, curiosamente, ellos dos habían perdido el miedo.
Era una sensación extraña, como se habían conocido, como todo transcurría y cómo habían llegado al punto en el que estaban. No se lo podían explicar. Veían como el tiempo había parado a su alrededor, como cuando pones en pausa una película en la que las imágenes se suceden a una velocidad vertiginosa.
La música seguía sonando, flotando en esa foto sin tiempo que estaban viviendo. No se miraban a los ojos, simplemente escuchaban abrazados todo lo que se arremolinaba a su alrededor.
Sus dedos se buscaron rozándose y entrelazándose en una danza infinita. Y lo mismo hicieron sus cuerpos.
Y aún no había pasado nada. Aún no.
De repente parecía que las canciones se achicaban, quedándose demasiado cortas. Y que el tiempo, antes tan pesado como el plomo, volvía a correr. "El tiempo está en nuestra contra", y ella sonrió.
Permanecieron allí, en silencio respirándose, sin tocarse... y la música continuaba marcando un compás distinto, mientras sus cuerpos eran los que guiaban todos los pasos. La mente, la razón se había esfumado. La gente desaparecía. Los recuerdos dolorosos de unas horas antes...ya no existían.
Y ocurrió, lo que ellos ni siquiera se habían llegado a plantear. Comenzando como un tibio roce, que ni siquiera se notaba, y terminando por ser una melodía, que él había conseguido tocar y que ella supo seguir.
¿Me preguntas cómo lo definiría?...fue la excepción de la regla... Nada premeditado, preparado, pensado....Lento, muy lento. Y, más que nada, por encima de todo; único