a veces nos es difícil aceptar lo que no entendemos. vemos que las cosas, por inercia, se encauzan en una espiral, y se convierten en una bola de nieve gigante y cuando nos damos la vuelta la tenemos ahí, detrás, a punto de aplastarnos... no nos damos cuenta de que esa descomunal bola blanca no es más que un minúsculo granito de arena... y que todo ese peso podría desaparecer con tan solo querer.
mientras tanto, necios, continuamos ciegos, sin querer entender... sin querer querer.
mientras tanto, necios, continuamos ciegos, sin querer entender... sin querer querer.