"Borrón y cuenta nueva", vivir está lleno de eso, de perdones y vueltas al principio en un intento de remendar lo que ya ni el antídoto salvaría del final. Es difícil dar un sólo paso cuando son más de dos las direcciones que tienes como posibilidad, y estar en ese punto es mucho peor que el que en tu camino apareciese una enorme pared de ladrillos, pues al menos la pared puede ser escalada, con esfuerzo eso sí. Desearía poder ver este momento como una pared, una pared tan grande, tan alta, tan áspera y tan plana, a la vez, que costara encajar los dedos en las grietas. Me gustaría que fuera una pared contra la que hubiese chocado, y que el golpe me hubiese dejado un tiempo descoordinada. Pero yo no tengo una pared, tengo vías, muchos caminos en los que se me abrió el trayecto, y la ruptura de la ruta me desorienta incluso más que el golpe del error. En uno puedo saltar, en otro debo elegir. En un caso podría darme por vencida quedarme sentada en el suelo viendo la pared infinita alzarse delante mía sin llegar a ver el final. Y es que me está volviendo loca el no entender, el no saber, el sencillamente esperar y esperar y esperar y esperar... sentada en el último tramo viendo que el tiempo pasa por cada camino a un ritmo distinto.
Creo que mi problema es ese, la impaciencia. El no querer ver ni oír, el querer caminar y seguir adelante. Y ahora tengo que esperar en silencio, a que una vez más el tiempo ponga las cosas en su justo lugar, porque da igual lo que haga, sigo volviendo al punto inicial.
"Borrón y cuenta nueva", una vez más.
Fotografía : Quietly melt down por Erothomachio
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