Algunos actuan, otros hablan y pocos piensan.
Yo me limito a observar.

Si muero mañana, no me extrañes, si en vida no lo hiciste, muerta ya no importa.

lunes, 28 de mayo de 2012

11.05.12

Odio despertarme temprano, no porque no aprecie todas las cosas que se pueden hacer desde antes de que salga el sol, ni porque me parezca mal que haya personas a las que les guste empezar su mañana 5 horas antes de lo que lo hacen los demás.... pero es que yo... sencillamente odio el despertarme temprano, porque por encima de todo siempre ha estado el sentirme como si el tiempo no pasara debajo de las mantas.
365 días da para mucho y también para poco, pero suele decirse que todo es relativo. Hace precisamente todo ese tiempo que era Miércoles y tras una primera sesión de Zombie, en la que deambulé solita... y hay que echarle huevos a eso, ya podría haberme ido al cine, pero la locura no me la quita nadie... volvía a mi casa por una de esas calles tan conocidas de Madrid. Me senté en el ordenador como estoy haciendo ahora, llevaba un par de grados de alcohol en vena, pero nada que se notara... Hace un año me di cuenta por primera vez, o al menos lo sentí en mi piel... como dicen por ahí... lo que significa la palabra TIEMPO... y el que se de cuenta y el que se lo ha dado ya, no me podrá negar que es un concepto jodidamente asqueroso.
Hace 365 días, por mucho plan de futuro que tuviera, ni me imaginaba lo que pasaría un día como entonces, un año después... altibajos inesperados, de esos por los que la juventud se plantea a veces si valdrá la pena esperar un día más a ver si todo mejora; un par de manifestaciones por la situación a la que los que nos mangonean nos han querido, o al menos, nos han llevado irremediablemente; un par de viajecitos; un par de personas, de estas que te dejan ciego y sordo, porque no hay nada más que ellas y te persiguen hasta en los sueños profundos; unos exámenes, un curso nuevo, una clase nueva.... y, como yo, así habrá sido el transcurso de esos 365 días para otros muchos.
Pequeño inciso en el mes de Diciembre en el que, por la acumulación de ralladas, terminé decidiendo " marcarme " de por vida un pequeño símbolo de la evolución, un algo que me recordara que mañana siempre será otra cosa la que me preocupe y que la vida no es más que la metamorfosis que uno mismo hace de sí. Quise romper con mi forma de ser ante varios aspectos, y resulta que fue cuando dejé de pensar en ellos, que todo lo que había estado esperando empezó a suceder poquito a poco.
Hay gente que por mil razones ahí se quedaron, en mi Tiempo, y hay gente que por otras mil quinientas ha aparecido...
qué decir más que el que me conoce de verdad entenderá prácticamente todas y cada  una de las palabras que acabo de escribir, ya no fruto de una borrachera encaminada hacia la resaca, sino de la necesidad de tener que despertarme a las 5 porque ahora mi Tiempo está milimetrado, y yo ya no puedo quedarme bajo las sábanas pensando que puede haber una vuelta atrás.
Y para los que no me han entendido, primero les deseo un buen día, que yo lo tendré gracias a todos esos nuevos y esos viejos (que me han quedado) y que me demuestran que están. Y lo segundo, les recuerdo un dicho vetusto y que se ha quedado con un significado nimio debido a la chonización, como digo yo, de nuestro vocabulario en general, sin más ; el TIEMPO ES ORO, y cuando quieras volver a los 5 años para poder arreglar las cosas o que nuestros queridos antecesores nos lo hagan todo, es una mierda darte cuenta de que de todas las cosas que pueden ser, esa nunca será.

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